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Esta receta tradicional italiana combina una suave masa con un relleno de queso, espinacas y huevo. Es una idea original y sencillamente deliciosa para variar tu menú de temporada.
Ingredientes para 6 personas:
1 paquete de masa para tarta o masa filo
2kg de acelgas o espinacas
1 y 1/2 cebollas medianas
150g de cebolla de verdeo
5 huevos
1 cubito de caldo de verdura
100g de queso rallado
2 cdas de pan rallado
50g de manteca vegetal o de cerdo
1 cda de fécula de maíz
200ml de leche
Aceite de oliva, el necesario
Nuez moscada rallada al gusto
Sal y pimienta al gusto
Mostaza, la necesaria
Preparación:
Cortamos la cebolla en finos cubos y hacemos lo propio con la cebolla de verdeo separando la parte blanca de la verde.
Lavamos las hojas de espinacas o acelga. Colocamos las hojas en una olla a fuego mínimo, las salamos y las tapamos por espacio de 10 minutos. Las pencas de la acelga toman alrededor de 25 minutos en cocinarse.
Luego de quitarle bien el agua, procedemos a cortar la acelga lo más finito posible, con un cuchillo (no usar la procesadora o se obtendrá un puré).
En una sartén, salteamos la cebolla, junto con la parte blanca de la cebollita de verdeo, utilizando un poco de aceite de oliva extra virgen. Luego, sumamos un cubo de caldo de verduras y lo integramos bien.
En un bowl colocamos la acelga y la cebolla. Agregamos un huevo y revolvemos hasta integrar.
Aparte en una cacerolita preparamos la salsa bechamel. Derretimos la manteca y el harina, agregamos de a poquito la leche hasta calentar y que espece. Condimentamos con sal, pimienta y nuez moscada.
Agregamos en el bowl donde colocamos la acelga y la cebolla rehogada, la salsa bechamel, el pan rallado y las tres cuartas partes del queso, reservandonos el resto para el armado final de la tarta. Revolvemos bien, dejamos enfriar la masa y luego la llevamos a la heladera. Es importante que el relleno esté bien frío cuando se coloque sobre la tapa.
Colocamos la masa en el molde, pinchamos con un tenedor y pincelamos el fondo con un poco de mostaza y queso rallado.
Vertemos la mezcla fría. Hacemos 4 hoyos con la cuchara para poner cuatro huevos duros. O si no lo quieren tan cocidos pueden colocarlos crudos.
Espolvoreamos con queso. Cerramos con más masa, y finalmente, hacemos un pequeño corte en forma de cruz en el medio de la tarta, para que se puedan eliminar los vapores de la cocción y la llevamos a un horno precalentado a una temperatura moderada de 180° C por espacio de 45 minutos.