Esta mousse es ligera, con sabor a frutos secos y aromática, y tiene un color verde fresco gracias a las hierbas y/o las espinacas. Las almendras le aportan una delicada cremosidad y combinan a la perfección con el sabor marino de las gambas. La decoración con gambas enteras le da un bonito acabado. Sirve la mousse bien fría, es ideal para los días calurosos.
Ingredientes (para 4 personas):
Para la mousse
200 g de gambas cocidas (peladas, sin cáscara)
50 g de almendras blanqueadas (sin piel)
100 g de espinacas baby o hierbas frescas (por ejemplo, perejil, eneldo, albahaca)
150 ml de nata montada o crème fraîche
1 cucharadita de zumo de limón
1 cucharadita de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Opcional: 1 hoja de gelatina (para una consistencia más firme)
Para la decoración
8 gambas pequeñas (cocidas, peladas)
Hierbas frescas (por ejemplo, eneldo o albahaca)
Unas almendras picadas para espolvorear
Preparación:
Cortar las gambas en trozos grandes, moler las almendras finamente o triturarlas en la batidora.
Lavar las espinacas o las hierbas, secarlas con un paño y cortarlas en trozos grandes.
Poner todo en una batidora junto con el zumo de limón, el aceite de oliva, la sal y la pimienta.
Añadir la nata (o la crème fraîche) y triturar hasta obtener una masa cremosa.
Opcional: remojar la gelatina en agua fría, escurrirla, calentarla ligeramente e incorporarla (para obtener una mousse firme).
Verter la mousse en vasitos, cuencos pequeños o moldes. Dejar enfriar durante al menos 1-2 horas (se puede preparar con antelación).
Antes de servir, decorar con una gamba, almendras picadas y una hoja de hierbas.
Consejo: para darle más frescura, puedes añadir un poco de zumo de pepino o lima. Si te gusta el picante, también le va bien un chorrito de tabasco.