Las patatas bravas son una de las tapas más famosas de España y crean inmediatamente un ambiente vacacional. Las patatas crujientes con salsa de tomate picante son sencillas, pero increíblemente aromáticas. Son perfectas como acompañamiento de platos a la parrilla o como aperitivo en una tabla de tapas veraniega.
Ingredientes (para 4 personas):
800 g de patatas de cocción firme
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de pimentón (ahumado o dulce)
1 cebolla
2 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de pimentón ahumado
1 cucharadita de pimentón picante (al gusto)
1 pizca de azúcar
200 ml de tomate triturado
1 cucharadita de vinagre de v ino blanco o de jerez
Sal y pimienta para condimentar
Preparación:
Precalentar el horno a 220 grados.
Pelar las patatas y cortarlas en dados de unos 2-3 cm. Cocerlas en agua ligeramente salada durante unos 10 minutos, escurrirlas y dejarlas enfriar un poco.
Mezclar los dados de patata con aceite de oliva y pimentón en polvo y repartirlos uniformemente en una bandeja de horno. Hornear durante unos 25-30 minutos hasta que estén doradas y crujientes, dándoles la vuelta una vez.
Mientras tanto, cortar finamente la cebolla y el ajo.
Rehogar ambos en aceite de oliva hasta que estén transparentes, añadir el pimentón ahumado y picante y rehogar brevemente.
Añadir el tomate triturado, el azúcar y el vinagre y dejar que la salsa hierva a fuego medio durante 10-15 minutos. Por último, salpimentar al gusto y triturar si es necesario.