¿Un aperitivo que parece un postre? ¿Por qué no? En esta versión de la clásica crema catalana utilizamos calabaza para darle el sabor y la textura que recuerda a la receta original.
Ingredientes para 4 personas:
150 g de pulpa de calabaza
1 cda de aceite de oliva
1 cda de orégano
200 ml de leche semidesnatada
4 yemas de huevo
200 ml de nata para montar
1 cda de queso parmesano finamente rallado
sal y pimienta
1 cda de azúcar moreno
Preparación:
Cortar la pulpa de la calabaza en cubos y cocinarla en una sartén con aceite de oliva hasta que los cubos estén tiernos.
A continuación, triturar la calabaza con una batidora, añadiendo la leche y el orégano.
Batir las yemas de huevo y añadirlas al puré, con la nata y el queso parmesano. Sazonar con sal y pimienta al gusto y repartir en moldes.
Colocar los moldes en un molde grande para gratinar, llenar el molde grande con agua caliente hasta 2/3 de la altura de los moldes, cocer en el horno precalentado a 160°C durante 30 minutos.
Cuando estén listos, sácalos del horno, espolvorea con azúcar moreno y derrítelo con un soplete de cocina.