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Día 3, huevos Benedict
No todo podía ser tan sencillo, así que para el tercer día escogí un desayuno que siempre había querido probar, los huevos Benedict.
Ingredientes: 1/2 litro de agua, 3 cdas de vinagre de vino blanco, 4 huevos, 2 tostadas, 4 rebanadas de jamón, 1 taza de salsa holandesa.
Preparación: calienta el agua en una olla y agrega el vinagre. Justo antes de que rompa hervor baja un poco el fuego y bate con una cuchara para hacer un remolino. Rompe los huevos uno por uno en un tazón, vierte el huevo del tazón al agua justo en el centro del remolino. Esto hará que el huevo forme una bolita uniforme. Cocina por 3 minutos, retira con una cuchara con hoyos y continúa con los demás huevos. Sirve sobre una tostada, con jamón y salsa holandesa.
Veredicto: El primero huevo no quedó nada mal, aunque la forma estaba lejos de ser perfecta. El resto de los huevos fueron un desastre, no sé si es porque usé la misma agua todo el tiempo o porque no la batí lo suficiente. La verdad es que nadie en su sano juicio tiene tiempo de hacer una salsa holandesa por la mañana, así que compré una en el supermercado. Aunque no se veía muy lindo, ha sido uno de los mejores desayunos de mi vida. Gracias, Gordon.