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Dentro de las recetas originales (y cada vez más populares) de pizza adaptada a distintas dietas está la que se hace con una base de coliflor, lo cual la vuelve mucho más ligera y nutritiva. Lo mejor de todo es que puedes poner los toppings que más te gusten y disfrutarla en la cantidad que quieras.
Ingredientes para 4 personas:
1 coliflor
1 huevo
2 cucharadas de almendras molidas
30 g de parmesano rallado
Sal
400 g de salsa de tomate
250 g de mozzarella fresca
70 g de jamón cocido
2 puñados de rúcula
Preparación:
Precalentar el horno a 190°C.
Ralla la coliflor. Colocar un colador sobre un bol y verter la coliflor rallada. Colocar un trozo de papel absorbente sobre la coliflor y presionarla con la ayuda de un bol contra el colador para que esta pierda todo el agua. También podemos verter la coliflor rallada sobre un trapo limpio y presionarla para que suelte el líquido.
Sazonar con 1/2 cucharadita de sal. Añadir el queso parmesano y las almendras molidas a la mezcla. Añadir el huevo y mezclar bien con un tenedor.
Verter la mezcla sobre una placa de horno cubierta con papel sulfurizado. Extender la masa con la ayuda de una espátula o una gran cuchara dándole un espesor de 1/2cm. Terminar de darle forma a los bordes con las manos y hornearla durante 20 minutos (hasta que se dore).
Mientras horneamos la masa, calentaremos en una sartén a fuego medio la salsa de tomate. Con 10 minutos bastará para que pierda un poco de líquido y no humedezca demasiado la base de la pizza.
Cortar la mozzarella en rodajas que dispondremos sobre papel abrosrbente para que pierdan un poco de líquido.
Añadir la salsa de tomate a la pizza sobre la masa ya horneada.
Repartir las rodajas de mozzarella y hornear durante 8 minutos hasta que el queso se funda.
Disponer las lonchas de jamón formando una circunferencia en el centro de la pizza. Echar encima la rúcula justo antes de servir.
Sazonar con una pizca de pimienta negra y a disfrutar de esta fantástica pizza.