Esta sopa de color dorado calienta por dentro y activa el metabolismo. Las zanahorias y la cúrcuma aportan valiosos carotenoides, mientras que el jengibre le da un ligero toque picante. La sopa es ligera, fácil de digerir e ideal para los días fríos. Un chorrito de aceite de oliva o leche de coco le da una cremosidad adicional.
Ingredientes para 4 personas:
800 g de zanahorias
1 cebolla
1 trozo de jengibre (aprox. 3 cm)
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharadita de cúrcuma
1 l de caldo de verduras
100 ml de leche de coco
Sal y pimienta para condimentar
Preparación:
Pelar las zanahorias y cortarlas en rodajas.
Pelar la cebolla y el jengibre y picarlos finamente.
Calentar el aceite de oliva en una olla y rehogar la cebolla y el jengibre hasta que estén transparentes.
Añadir las zanahorias y la cúrcuma y rehogar brevemente.
Añadir el caldo de verduras y cocer durante unos 20 minutos hasta que estén blandas.
Añadir la leche de coco y triturar todo hasta obtener un puré fino.