Esta es una idea divertida y original para darle a los niños un buen plato de ravioles. El truco aquí es que puedes aprovechar para preparar un ragú con carne y verduras para que coman sin rechistar. Para los días más ajetreados, basta con combinar ravioles, salsa de tomate de bote y queso rallado para tener una cena reconfortante en poco tiempo.
Ingredientes para 4 personas:
2 paquetes de ravioles de tu sabor favorito
2 botes de salsa de tomate
200g de queso rallado
100g de queso parmesano
Sal y pimienta al gusto
200g de carne picada
1 cebolla
2 zanahorias
2 varitas de apio
2 cdas de aceite de oliva
Preparación:
Comienza preparando el ragú de carne. Corta en cubos muy pequeños la cebolla, el apio y la zanahoria.
Calienta el aceite en una sartén y sofríe la cebolla con el apio durante unos 5 minutos. Luego incorpora la zanahoria y cocina durante unos 5 minutos más.
Incorpora la carne y salpimienta. Cocina con las verduras hasta que haya cambiado de color.
A continuación, vierte la salsa de tomate en la carne y mezcla. Cocina un par de minutos más a fuego medio.
Hierve agua en una olla y cocina los ravioles durante 2 minutos, por tandas para que no se peguen. Cuela y reserva.
Mientras tanto, precalienta el horno a 160°C y engrasa una fuente.
Cubre la base de la fuente con una capa de ravioles. Luego vierte una parte de la carne por encima. Cubre con más ravioles y continúa alternando capas de ravioles y carne.
Al final, espolvorea con la mezcla de quesos y lleva al horno durante 15 minutos, para que el queso se derrita y se dore ligeramente.
Sirve de inmediato y disfruta. Puedes acompañarlo con una ensalada mixta.
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