Es una realidad: la televisión engorda
Una investigación realizada por la Universidad de Harvard hace 25 años planteó la existencia de una relación entre el aumento de la obesidad y la televisión. Estudios recientes han confirmado esta relación.
La televisión es uno de los factores más influyentes en el aumento de la obesidad y otras enfermedades como la diabetes tipo 2 o los trastornos cardiovasculares. Actualmente está demostrado que cuanto más tiempo pasa una persona delante de su televisor, más susceptible es de ganar peso. Un estudio llevado a cabo por "Nurses Health" publicó que 2 horas de televisión diarias aumentan en un 23% las posibilidades de tener sobrepeso y en un 14% las de desarrollar una diabetes de tipo 2 (estudio realizado sobre 50.000 mujeres durante 6 años).
¿Qué causa realmente estos problemas?
- Reducción del tiempo consagrado a realizar actividades físicas.
- Aumento del consumo de aperitivos (a menudo ricos en azúcares y grasas).
- Dieta poco equilibrada (comidas poco nutritivas y en horarios irregulares).
- Impacto negativo sobre el tiempo de descanso.
- Mayor vulnerabilidad frente las campañas publicitarias de productos perjudiciales para nuestra dieta (frecuentemente retransmitidas en las franjas horarias de mayor audiencia).
La televisión no es el único culpable: los videojuegos e internet lo son también en gran medida. Ha sido probado que el tiempo que los niños dedican a estas actividades y las posibilidades de desarrollar una obesidad mórbida posteriormente están directamente relacionados.
¿Cómo remediarlo?
- Limitar el tiempo que pasamos delante de la pantalla (ya sea el ordenador, la televisión, el teléfono móvil...).
- Incluir en nuestra rutina una mayor cantidad de actividades al aire libre.
- Practicar algo de deporte todos los días.
- Aumentar el tiempo de descanso.
- No poner nunca televisión en los dormitorios.
Estos consejos tienen como objetivo limitar la obesidad y las enfermedades relacionadas como la diabetes o las afecciones cardiovasculares. Son consejos a adoptar para un futuro mejor.
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Técnicas de cocina
Si estás en busca de un snack rápido, económico, pero sobre todo delicioso, entonces tienes que probar nuestro sándwich frito. Prepararlo es muy sencillo, y te garantizamos que a todo mundo le va a encantar, ¡especialmente a los niños!
Ingredientes:
- 1 paquete de pan de molde
- mayonesa al gusto
- mostaza al gusto
- nata al gusto
- 1 paquete de queso amarillo
- 1 paquete de jamón york
- 2 huevos
- 1 chorrito de leche
- pan rallado
- aceite vegetal
- ketchup o aderezo ranch para acompañar
- palitos de madera
Preparación:
- Toma el paquete de pan y corta los bordes.
- Unta un pan con mayonesa, mostaza o nata al gusto.
- Cocola encima 1 rebanada de queso amarillo y 1 de jamón york.
- Cubre con otro pan, úntalo con mayonesa, añade jamón y queso.
- Repite el procedimiento hasta tener 5 o 6 capas de sándwich.
- Toma 4 palitos de madera lo suficientemente largos (los de hacer brochetas son ideales), y clávalos con cuidado en el sándwich para poderlo cortar en 4 partes.
- Ahora corta con cuidado y obtendrás 4 brochetas.
- En un tazón bate el huevo con la leche.
- Pasa por ahí cada brocheta, y depués por un plato con pan rallado.
- Calienta el aceite vegetal en una sartén y fríe las brochetas hasta que queden doraditas.
- Reserva sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa, coloca en un plato y sirve con aderezos.
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