Tarta semifrío de naranja

Paso 1

1. Batimos los huevos con el azúcar hasta que triplique el volumen. Añadimos la harina tamizada poco a poco con una espátula y con movimientos envolventes para asegurarnos de que la harina queda bien integrada pero que la mezcla no pierda volumen.

2. Lo metemos en una manga pastelera y lo extendemos sobre una bandeja forrada con papel de horno. Tiene que quedarnos una plancha de bizcocho fina y uniforme. Horneamos a 180ºC, durante 15-20 min.

3. Cuando el bizcocho esté frío, lo despegamos del papel y cortamos la base de la tarta guiándonos con el molde, en este paso tenemos que tener cuidado de que la base se adapte perfectamente al aro, de lo contrario el relleno se nos escaparía por fuera. No podemos olvidarnos de empapar el bizcocho con almíbar para que no quede seco.

Semifrío:

1. Ponemos a remojo las hojas de gelatina en agua fría. Lo ideal es dejar la gelatina una hora por lo menos, aunque también se pueden utilizar a los 10 minutos, pero cuanto más tiempo de remojo tenga la gelatina mejor es el resultado. No digo el número de hojas que necesitamos porque cada marca las hace de un peso distinto, lo ideal es que cada hoja sea de 2 g, pero por ejemplo hacendado las hace de 1,6 g.

2. Calentamos en un cazo los zumos de naranja y limón ( sin pulpa) junto con la ralladura y el azúcar. Sólo es necesario calentarlo un poco para que se disuelva bien la gelatina. Retiramos del fuego y vamos añadiendo la gelatina hasta que se disuelva. Añadir el licor.Colamos.

3. Montamos la nata, tiene que quedar semimontada, sin que llegue a estar muy firme.

4. Cuando veamos que el zumo está frío y empieza a espesar, es el momento exacto para añadir la nata. Este paso se debe hacer con rapidez, ya que al llevar tanta gelatina se solidifica muy rápido y podrían salir grumos.

5. Una vez tengamos esto listo, lo vertemos sobre el molde con la base de bizcocho y lo dejamos en el frigorífico un par de horas. Lo más cómodo para desmoldarlo y que quede perfecto es congelando la tarta. Cuando vayamos a utilizarla, la sacamos del congelador y con un soplete de cocina o con unos trapos calientes aplicamos un poco de calor en el aro, lo que hará que el semifrío se desprenda y podamos sacarlo.